Los beneficios de practicar Pilates son muy diversos:

Mejora de la postura y la movilidad. El trabajo de refuerzo del núcleo (zona abdominal y lumbar) influye directamente sobre la postura. Un núcleo fuerte asegura más libertad de movimiento periférico tanto superior como inferior. Eso se traduce en menos tensión en hombros, zona cervical y caderas. También disminuye el estrés en la zona baja de la espalda y por lo tanto el dolor de espalda tanto en zona lumbar como dorsal.


Mejora de la flexibilidad.  El método Pilates está pensado para facilitar todo tipo de movimientos favoreciendo la elongación y mejorando la elasticidad en las articulaciones. Las articulaciones se mueven en todo su posible rango para evitar que los movimientos repetitivos o posturas prolongadas puedan desgastarlas.

Mejora de la Coordinación.  La mente es parte importante en el trabajo que se realiza en Pilates. La persona debe estar pendiente de la coordinación del cuerpo y también de la respiración, favoreciendo la concentración y aportando beneficios en el ámbito neurológico.


Trabajo de bajo impacto.  El trabajo se realiza básicamente sobre una colchoneta minimizando el impacto y favoreciendo un trabajo de refuerzo articular efectivo. Esto se logra incluyendo elementos como bandas elásticas, aros o pelotas.


El método Pilates se adapta a todo tipo de personas. La gran versatilidad del repertorio de ejercicios permite que todo el mundo pueda beneficiarse. Desde atletas de nivel más alto hasta personas con patologías de todo tipo. El hecho de que el trabajo se personalice para cada usuario, hace que el beneficio obtenido sea lo máximo posible en cada caso.